Pellegrini, dispuesto a consumar su venganza 2.140 días después
Jamás tuvo la venganza tan cerca. Metió el miedo en el Santiago Bernabéu en unos octavos de final de la Copa del Rey con el Málaga, pero no se pudo vengar. Ahora, 2.140 días después de su destitución Manuel Pellegrini puede devolverle al Real Madrid todo lo que se ha guardado durante estos cinco años, diez meses y seis días. El chileno está a 90 minutos de poder alejar al equipo que no le “respetó”- según él- de una final de la Champions League. Y, sobretodo, dejar a Florentino Pérez, foco de todas su iras durante este lustro, sin su deseada Undécima.
El Ingeniero tiene un equipo sobradamente preparado para poder ganar en el Bernabéu. No le hace falta ni ganar. Con un simple empate con goles estaría en Milán. Y Pellegrini no piensa en otra cosa. Demostrar al madridismo que él valía para estar en el banquillo de Chamartín es su objetivo.
Para Pellegrini es un partido especial. La primera decisión sorprendente que ha tomado antes de visitar el Bernabéu es la de no realizar el habitual entrenamiento que la UEFA permite el día anterior al partido sobre el verde del coliseo blanco. El motivo no se conoce por ahora, pero el preparador del Manchester ha tomado una decisión que ya hizo Luis Enrique en los cuartos de final ante el Atlético de Madrid y luego se arrepintió. El hombre de los récord sólo quiere pisar el Bernabéu para consumar su venganza.
Una temporada traumática
Pellegrini no ha superado su destitución en el Real Madrid. Siempre que puede arremete contra el club blanco y, en especial, contra Florentino Pérez. El presidente madridista tomó la decisión de cesarle al final de temporada, otros tuvieron menos suerte con mejores resultados.
Y es que, el chileno siempre recuerda lo malo que le sucedió a él. Es cierto que perdió a pocos días de que comenzará la Liga a dos jugadores como Robben y Sneijder, pero lo que no suele recordar es que ese verano aterrizaron en Concha Espina Xabi Alonso, Kaká, Benzema, Arbeloa, Albiol y, sobretodo, Cristiano Ronaldo. Tenía mimbres de sobra para hacer una buena temporada o por lo menos para no caer en octavos de final de la Champions ante el Lyon, ser humillado por el Alcorcón o no ser capaz de ganar la Liga, por muchos 96 puntos que consiguiera.
El Madrid debe tener cuidado. Pocas cosas hay peores que el rencor y Pellegrini contra los blancos tiene muchas ganas. El Bernabéu será testigo del fin de Manuel en el Manchester City o de su gesta y venganza.